miércoles, 6 de julio de 2016

LA GRAN PASIÓN POR EL BUCEO EN LA BAHÍA DE SANTA LUCIA DE ACAPULCO


“LA GRAN PASIÓN POR EL BUCEO, METIDO EN LAS ENTRAÑAS DE LOS BARCOS HUNDIDOS, RESCATANDO SUS HISTORIAS, DEVELANDO LOS MISTERIOS DE SUS TRÁGICOS FINALES, DESCUBRIENDO SUS VALIOSOS TESOROS, REBASAN TODOS MIS CAROS SUEÑOS”.
POR BETO “DELFÍN” FARES. COLUMNA: MAR AZUL.

Estamos en el corazón de nuestra hermosa bahía de Santa Lucía, después de una intensa lluvia, el mar azul recibió la calma chicha, era un espejo y nosotros los buzo, nos lanzamos decididos a la nueva aventura submarina.
Caemos rompiendo en mil pedazos el plano azul, las burbujas por millares comienzan a emerger, rompiendo en la superficie, estamos gozando la fiesta de las burbujas, descendemos por el cabo de proa, el ancla ha llegado a la plancha del barco hundido el “CORSARIO”, con su historia de haber navegado por nuestras aguas, como un lujoso barco casino, ahora es un viejo pecio, el barco lo encallaron frente a la ensenada de los presos.
Mucho tiempo el famoso “CORSARIO”, estuvo con la mayoría de su cuerpo fuera del agua, fue bárbaramente saqueado. Con machetes y hachas lo destrozaron, incluyendo un bello piano de cola blanca, que terminó como leña de una estufa, las corrientes del mar lo arrastraron y ahora es un pecio, un sitio convertido en un arrecife, a una profundidad de tan solo siete metros.
Sus ventanales, los ojos de buey fueron saqueados por buzos, ahora solo queda una gran plancha de acero y vestigios del naufragio en nuestra Bahía de Santa Lucía, que por cierto es un cementerio de grandes barcos que han naufragado, como el legendario RÍO DE LA PLATA, el Santa Teresa, el Acapulco, el Sea Cloud, Oviedo, Santa Martha, Enrique III, más una gran cantidad de veleros y yates qué se han ido a pique, sobre todo por las fuerzas desatadas de los huracanes.

Me fascina bucear en el Corsario, tiene mucha historia que contar, tiene el atractivo irresistible para los buzos, es como un poderoso imán, nos atrae su misterio, sus tesoros, que se encuentran hundidos des el año de 1949, lleva más de sesenta y seis años hundido, admiramos su grandeza, su lujo, toda la vida marina que guarda en sus seguras guaridas, son el refugio para los peces de arrecife, tortugas, enormes mantas diablo, es un jardín marino de subyugante belleza.
Disfrutamos los buzos una zona, donde los novatos tienen la oportunidad de encontrarse con los restos del Corsario, no es profundo, no hay muchas corrientes y pueden encontrar todo el hábitat de un arrecife natural, en los sustratos sólidos, se abigarran las gorgonias, por sus recovecos nadan los peces de colores, muchas estrellas de mar, en los pedregales encontramos langostas, pulpos y erizos, es di vertido y es un buceo muy seguro.

Estamos regresando a la odiada superficie, el lugar de tantos problemas, deseando regresar a un mundo silencioso, de terapia intensiva y que vivimos en toda sus suprema belleza.

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